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La dinámica y el alma - Javier Reigosa



Javier Domínguez Reigosa

Jugador y entrenador. Un clásico del baloncesto coruñés. Miembro del Nordés Naranja. 
“Los viejos roqueros nunca mueren”.





Pensaba escribir sobre un tema de entrenadores.Pero la actualidad se impone.

Después de un comienzo de temporada muy ilusionante, en todos los sentidos, la renovación de la directiva y presidente, con un proyecto entre manos muy atractivo. Con una afición cada vez más consolidada e ilusionada con él baloncesto coruñés, con la fuerza del Tsunami, del Nordés, y con una directiva más abierta que nunca a crecer y al espectáculo, nadie contaba con este comienzo.

Este arranque mina cualquier cabeza, y calienta en exceso la capacidad de análisis.

No soy amigo de revoluciones, más que la propia.

Me explicaré.

Es obvio, y muy comentado, que hay carencias en el equipo, una inesperada... las bajas ( no quiero personalizar en Zach, sabiendo lo importante que es), y algún jugador que no está por motivos que desconocemos. Si a esto le sumamos la falta de confianza de algunos jugadores, tenemos la tormenta perfecta.

Pondré un ejemplo, Axel nos dejó enamorados en Marín, y tuvo un arranque prometedor. Ty nos pareció un killer. Que decir del segundo partido de Stephen, con un talento fuera de duda, yo le dije a Juan Carlos que lo renovasen ya. Los inicios de Pino… al que consideramos un líder, la calidad de Bulic, la expectativa de Braxton... Vimos un buen Araujo, que dominó los tableros. No sigo, todo era prometedor.

De repente todo se tuerce y la dinámica es horrible.

No parece nada bueno.

Todo parece malo, descolocado, falto de orden, de intensidad, donde apreciabas talento, ahora no lo encuentras.

Pero el baloncesto y casi cualquier deporte, permiten lo que a veces en la vida normal no es posible. La luz al fondo del túnel, es cuestión de muy poco. Una jugada (Carlos Martinez con su robo), una racha que nos lleve en volandas, un partido ganado, una última canasta que nos  una victoria.

Mientras que llega este momento, daré mi diagnóstico.

De las situaciones duras solo se sale dando lo mejor. Y ¿que es lo mejor?

Saber que estás en un grupo, y que si giras la cabeza están todos. Y cuando digo todos... me refiero a todos.

Mientras se corrigen conceptos defensivos (que nos llevan al ostracismo en ataque) hay que tener un sentido del trabajo solidario, de ayudas e intensidad máxima. Pero sin atropellamientos. Dándolo todo pero con cabeza. Esta es una buena base para empezar. No creo que en este momento nos lleve al mejor camino el reproche, supongo que ellos están muy tocados. Tampoco el falso ánimo. Nos llevará la ética del trabajo sin descanso, y que se den las circunstancias necesarias para ir remontando.

Dicho esto, yo seguiría trabajando con el mismo equipo técnico, creo sinceramente que la base de la mejora es la exigencia y la solidaridad colectiva.

Olvidarse del play-off, proponerse metas cortas. La primera mejorar en el campo, recuperar sensaciones, y después la victoria, que seguro llegará.

Sigo pensando que este grupo tiene mucho talento, también lo tenía el Atlético de Madrid donde jugaba Valerón, y bajó a Segunda División (con esto quiero decir que es muy difícil).  Son muchos factores y no creo en soluciones definitivas.

El retoque (si es que fuese posible económicamente), no creo que fuese un nuevo entrenador. Vendría más bien de reforzar el puesto de base (aunque Pablo empezó bien, se ha contagiado de la dinámica, y el exceso de responsabilidad) y de pivot 5. Tenemos muchos problemas.

Por último, y por si le llega a algún jugador este artículo, decir que los mejores compañeros, y lo mejor de las personas sale en la dificultad, no cuando todo va bien. Por lo tanto mirad al compañero, que sepa que estáis ahí. Que puedes fallar pero él te cubre. Que hay un objetivo común y que conseguirlo es más importante que un título. Que resolver las cosas de forma individual es el camino más rápido al fracaso.

Jugad con conceptos solidarios, de último pase, de ofrecerse en cortes, sobre todo en el momento de tirar (es cuando se dan los mejores pases), en puertas atrás que son letales y vemos pocas, en desplazarse para que el compañero quede liberado, dad un pase más, os reforzará mucho. Una cosa es el sistema y otra es el alma. A veces el sistema te da seguridades, pero la mayor seguridad es la propia ,y saber que nunca tu compañero te dejará bajar los brazos, y que te dará la oportunidad de ser generoso, ofreciéndose para un pase más.

Si al terminar cada partido os vais a las caras, y sabéis que disteis lo mejor, no habrá nada que reprochar. La única derrota es la propia.

A trabajar que el viernes hay cita en el palacio.



Javier Reigosa

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